lunes, 19 de marzo de 2012

Estar unidos, o no estarlo

Hemos pasado una semana mala. Me ahorro el "muy mala" porque al haber cobrado el 2 de Marzo el equivalente a una facturación, ya teníamos algo de dinero para ir funcionando. Sin embargo, eso no hace que olvidemos que Conselleria, dirigida por un equipo de inútiles e incompetentes sin parangón en el mundo de la gestión pública, nos haya tenido alucinado con el pago-no pago de la facturación de Enero, que por el camino se convirtió en la de Noviembre.

No hemos de olvidar que la realidad es que a día de hoy, y contando con cobrar el día 22 de Marzo, estaremos cobrando a la nada despreciable cifra de 120 días, cuando por convenio, nos corresponde cobrar a 45 días. 

A mí, particularmente, las excusas de mal pagador de los señores consellers me importan bien poco. Están jugando sucio con mi futuro y el de toda mi familia, así que sinceramente, soy de los que opina que debemos exigir nuestros derechos y desacreditar públicamente sus formas de actuar más similares a las del Oeste Americano que a las de un país civilizado.

Pero nuestros representante legales no pueden actuar de la forma que yo pienso. Ellos han de actuar con mucha vaselina. En primer lugar porque en este tira y afloja que nos gastamos con los nefastos políticos valencianos que nos gobiernan, nosotros tenemos más que perder. Y no me refiero a un cambio de leyes, sino a la ruina más grande que nos podamos imaginar. Todos tenemos conocidos que trabajan como "proveedores de la administración". En el caso de los de la Administración Valenciana, están cobrado, cuando cobran, a más de 500 días.

Nosotros tenemos un papel que nos defiende. El Convenio. Ese papel que nos condena a recibir recetas devueltas por los más absurdos motivos, a recibir sanciones que ni Urdangarin, por dar un Clexane en jeringa precargada cuando la prescripción lo pedía en ampollas. A pagar multas millonarias por dispensar ibuprofenos sin receta médica. Ese documento tan malo, nos defiende y nos sitúa, a la hora de cobrar, por encima de los proveedores. A la altura de la Universidades Públicas. Por debajo de los funcionarios.

Es difícil. Yo soy el primero que iría al Colegio y le gritaría a Jaime, o a Maria Teresa, que estoy desesperado, que no tengo un euro, y que he agotado mi capacidad de endeudamiento. Lo haría, comprendo a los que lo hacen, y a los que blasfeman en arameo desde la página de facebook. Los comprendo y comparto sus opiniones. Sin embargo, no es menos cierto que la vida es muy larga. En unos meses, Rosado y Vela no estarán, se los habrá llevado por delante la primera crisis de gobierno del señor Fabra. Igual nos toca tragarnos al señor Ciscar, que raja de los farmacéuticos a nuestras espaldas, cuando tiene que decirles a otros que no les puede pagar porque nosotros nos chupamos el poco líquido que entra en las arcas. Pero a pesar de ellos, de los impagos y de los cambios de precios; nuestras oficinas de farmacia seguirán ahí, con sus pacientes y sus deudas, y nosotros tendremos que estar ahí al pie del cañón para poder salvar nuestros negocios.

Podemos estar unidos o no estarlo. Yo creo que hay que estar juntos. No olvidemos que el año pasado, en Julio, nos dijeron que no iban a pagarnos hasta Enero, y de malas maneras y sin cumplir el calendario una sola vez, nos pagaron 3 meses. Es poco, yo también lo pienso, pero algo rascamos. 

Este año será parecido o peor. Toca apretar los dientes y gestionar nuestra farmacia de la mejor forma posible. 

0 comentarios:

Entradas populares

Seguidores

Con la tecnología de Blogger.